Charlas y Conferencias para Organizaciones

La promoción del bienestar emocional se ha convertido en un aspecto central para la gestión organizacional. Ello se debe porque las condiciones del ambiente organizacional influyen sustantivamente sobre la satisfacción y el compromiso, o bien, en su lado negativo, en la ocurrencia de experiencias de adversidad y estrés de sus integrantes. De este modo, las organizaciones deben implementar prácticas de gestión que promuevan el bienestar laboral, junto con evitar aquellas que podrían afectar negativamente a sus colaboradores. Esto tiene beneficios tanto para la calidad de vida de los trabajadores como para el desempeño y los resultados de la organización. En esta charla conversaremos acerca de estos desafíos y de las estrategias que las organizaciones y sus líderes podrían implementar para favorecer el sentido de bienestar emocional en ellas.

Para alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto no basta con tener los conocimientos y las destrezas para hacer bien nuestro trabajo, sino que además debemos ser emocionalmente inteligentes. Esto se refiere al conjunto de estrategias que podemos utilizar para comprender y gestionar nuestras emociones y las de los demás al momento de realizar nuestras actividades laborales. El valor de la inteligencia y la gestión emocional está dado por la influencia que las emociones tienen en nuestra forma de pensar y actuar. Así, desarrollar esta habilidad nos entrega una ventaja para obtener mejores resultados en el trabajo y contribuir al propósito de nuestras organizaciones. A partir de ello, en esta charla conversaremos acerca de qué es la inteligencia y la gestión emocional, sus beneficios para las organizaciones, y los pasos que podemos llevar a cabo para hacerla parte de nuestras destrezas.

Todos tenemos una presencia afectiva, es decir, una tendencia para hacer sentir ciertas emociones a las personas con quienes nos relacionamos. Hay quienes tienen una presencia afectiva positiva, es decir, tienden a generar entusiasmo y tranquilidad en los demás. Por el contrario, hay otras personas que se caracterizan por una presencia afectiva negativa, es decir, hacen sentir a los otros de forma nerviosa y decepcionada. La presencia afectiva de los líderes tiene un gran impacto en el trabajo en equipo. Un líder con una presencia afectiva positiva incrementa la confianza y la seguridad psicológica y con ello la colaboración y la participación en su equipo de trabajo. Lo contrario ocurre cuando un líder dispone de una presencia afectiva negativa. Todo ello impacta en el desempeño y la efectividad de los equipos. En esta charla abordaremos estos temas, junto con los pasos para que los líderes desarrollen una presencia afectiva positiva.